Original en portuguésEl segundo día de mi jornada por Atacama fue la visita a un salar vecino, el Salar de Tara, que tiene paisajes mucho más inhóspitos que los de Atacama y está localizado en una región de Chile que hace límite con Argentina y Bolivia a 4300 metros de altura.
Este otro desierto, tiene como atractivo formaciones llamadas por los nativos de Catedrales, que han sido esculpidas cuidadosamente por las intempéries de la naturaleza por millares de años, resultando un paisaje increíble.
Las imponentes catedrales no son el único atractivo, hay también una gran laguna de agua salada, en la cual podemos encontrar decenas de espécies de aves y plantas alrededor.
Algo bacán en las carreteras de Chile, que ví en un reportaje brasilero como si fuese una gran inovación, es el área de escape de emergencia en descendidas, algo que puede salvar muchas vidas se fuera aplicada por aqui.
Saltaré al tercer día, pues fue bien extenso y hablaré un poco sobre mi cuarto día de viaje, que tuvo como punto de partida la visita a la iglesia de la ciudad, que data de 1557, y es sencilla y acogedora.
Para este día estaba reservado el sandboarding en el Valle de la Muerte y la caída del sol en el Valle de la Luna, con punto de encuentro en la plaza de SPA, lado opuesto al de la iglesia. Partimos en dos vans, con ingleses, franceses y dos cariocas, Jandaira y Aline.
El sandboarding es muy divertido, mas el equilibrio en la tabla no es algo trivial! Y otra dificultad es la subida al tope de la duna, que es bien cansativa.
En el Valle de la Luna escalamos una formación rocosa para observar la caída del sol y el paisaje circundante, lo que rindió algunas vistas memorables.
Perdidos por el mundo 